Apuntes históricos sobre el término 'zainichi'


No recuerdo la primera vez que escuché el término zainichi, puede que en el kdrama ‘Tomorrow’, o lo leí en la novela Pachinko, pero sí recuerdo la última vez que escuché esta palabra, fue en uno de los episodios del kdrama de este año ‘The Art Of Negotation’, y el contexto en el que fue usado me proporcionó otra acepción del término, más bien una evolución. Lo digo porque en las anteriores ocasiones zainichi se encontraba usada en tiempos convulsos con connotación peyorativa, como en la película ‘Anarchist from Colony cuando en una escena de la película los japoneses increpan e insultan a Park Yeol a la salida de una taberna. Pero en esta ocasión fue usado en la actualidad, durante una conversación entre coreanos para referirse simplemente a un artista de ascendientes coreanos pero nacido y criado en Japón, sin connotación alguna, simplemente una definición. 

Aunque a simple vista no se aprecie la evolución del término, las diferencias en muchos aspectos son notables y en este post miraré de poner luz en ellas.

Antes de nada, situemos el término zainichi, es una palabra japonesa resultado de unir dos kanji: zai + nichi. El primero significa “permanecer”, el segundo deriva de nihon que significa Japón, unidos dan como resultado zainichi que se traduce por “permanecer en Japón”.

El término engloba a todas aquellas personas que residían en Japón de manera temporal. Después con el paso de los años zainichi hace referencia también a aquellas personas que son descendientes de coreanos con nacionalidad japonesa.

De coreanos que emigraron a Japón ha habido desde el siglo VI, pero en un número bajo  La cifra no empieza a ser significativa hasta el siglo XX con el Tratado de Anexión japonés de Corea de 1910, con el cual todos los ciudadanos coreanos pasaban a formar parte del Imperio Japonés.

El término zainichi se empezó a usar a principios del siglo XX por parte de los japoneses para referirse a aquellos foráneos que residían en el país. Como la gran mayoría de emigrantes eran coreanos que dejaban Corea y se iban a Japón, se asoció zainichi con coreano que vive en Japón. Por esos años se trataba sobre todo de estudiantes y hombres de origen humilde buscando trabajo.

En estos años y hasta que se inicia la 2ª Guerra Mundial el trato de los japoneses hacia los coreanos era despectivo, vejatorio y privador de toda dignidad. Eran considerados el escalón más bajo de la sociedad, a ese aspecto se le debe sumar la cantidad de habladurías que se empezaron a asociar con ellos en relación con algunos hechos ocurridos durante esos años, como el terremoto de Japón en el año 1923 en el que se calcula que murieron entre 100.000 y 200.000 personas, y empezaron a circular bulos que apuntaban directamente a los zainichi como los culpables de todas las consecuencias sobrevenidas después del terremoto. Se empezó a decir que los coreanos habían envenenado el agua de los pozos, provocado incendios, saqueado tiendas, etcétera. Se calcula que fueron masacrados unos 6000 coreanos los días posteriores al terremoto a manos de los japoneses.

Todo esto no hizo más que abonar la acepción peyorativa del término y mantener relegados a los coreanos en el escalón más bajo de esa sociedad y como tal se les trataba. Para ellos eran los peores trabajos, mal remunerados y en condiciones laborales pésimas. Con el paso de los años también se empezaron a establecer en Japón mujeres y niños.

Antes de la 2ª Guerra Mundial, los coreanos que se encuentraban en Japón ya eran familias, incluso algunos ya habían nacido allí y la migración entre países era totalmente voluntaria, el motivo principal para dejar su país e irse a Japón era el económico.

Familia zainichi

Una vez empieza la guerra, la movilización de coreanos se vuelve obligada ya que Japón los obliga a combatir en las filas de su ejército. Y durante la guerra la emigración de coreanos a Japón augmentó debido a que el archipiélago ofrecía muchas posibilidades de trabajo en la industria del armamento.

Es durante estos años que se alcanza el mayor número de población coreana en Japón, llegando a alcanzar los 2 millones y desde entonces se ha mantenido estable.

Esta cifra nos permite hacernos una idea de la cantidad de población coreana que murió a consecuencia de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Estas atroces explosiones prolongaron la discriminación que sufrieron las víctimas coreanas ─igual que las sufrieron las japonesas─. Aquí me permito hacer un breve inciso y aprovecho para recomendar el libro Las Flores de Hiroshima (1962) de Edita Morris. En esta novela se nos muestra con serenidad, estoicismo y delicadeza a través de la protagonista, una mujer japonesa, lo que supuso para la población japonesa la explosión atómica.

Sin embargo, tras perder la guerra, la actitud de los japoneses respecto los coreanos cambió y esa arrogancia y superioridad de los primeros años disminuyó considerablemente. Ese maltrato y humillación constante hacia los coreanos estaba desapareciendo poco a poco. Ahora lo que tocaba era integrar en la sociedad japonesa a los coreanos y para ello se les pidió que se naturalizaran japoneses, o sea que adoptaran nombres nipones y abandonaran su nacionalidad en favor de la japonesa. Hubo algunos que lo aceptaron, otros no. No voy a profundizar en este tema, lleno de matices legales, ya que se escapa de mis capacidades y además se debe incluir el caso de los norcoreanos. Pero si decir que algunos zainichi continuaron manteniendo su identidad a pesar de los prejuicios que eso  les conllevara.

Barriada zainichi, década de 1960

 Con el paso de los años el término zainichi evolucionó y no sólo se refería a aquellos emigrantes coreanos sino también a aquellos hijos de emigrantes coreanos que habían nacido en Japón. Más tarde y con el cambio de siglo continua usándose para referirse a la cuarta y quinta generación de coreanos establecidos en Japón, aunque su nacionalidad ya sea japonesa, como se puede ver en el kdrama del 2025 ‘The Art of Negotation’.


By Jemmssi

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